Caminaba apresurada, siguiendo las indicaciones de un trozo de papel. Planificaba el día en su cabeza, todo iba encajando. Llegó a la calle, atravesó el portal y subió al piso. Tocó suavemente, nadie contestó; lo intentó con el timbre, acercó su oreja y escuchó atentamente, nada parecía moverse al otro lado, terminó aporreando la puerta...Oyó pasos que se acercaban pesadamente, la cerradura girando y una cara sorprendida que se asomaba tras la pesada puerta. Sintió como su sangre se congelaba...
Vicky